Es una tontería, pero si me preguntan qué me llevo a una isla desierta respondo que el secador...vale, probablemente no tendré donde enchufarlo, pero yo no puedo estar sin él.
La cuestión es que tengo el pelo ondulado y se encrespa con la humedad (lo cual es un castigo viviendo en Galicia

), así que como me gusta más bien planchadito venga a darle al secador todo el rato.
Tenía yo uno fantástico que me dejaba el pelo estupendo de la muerte, pero claro, se hizo viejito y acabó muriendo dignamente y está enterrado en algo que se llama reciclaje. Me compré otro carísimo, con iones beneficiosos para la salud, no sé cuantas velocidades, chorros de aire y demás parafernalias y.....ná, que me deja el pelo cual estropajo

y que me paso unos trabajos tremendos tratando de estirar la masa capilar (odio las planchas porque ya el primer día que la usé me quemé una oreja).
Así aguanto unos cuantos meses hasta que me he hartado, me fui al hiper y buscando un secador que no tuviese la boquilla curva como ese de mis desvelos, encontré uno de 2.100 W, con la boquilla recta y que resulta que no era nada caro. Me lo compro con toda la desconfianza del mundo (tambien tiene los iones esos) ....et voilá o Eureka, lo encontré, el secador de mis sueños, mi pelo vuelve a tener un aspecto más presentable (presentable del todo es imposible y tampoco pido milagros), se alisa y no encrespa y se seca mucho más rápido.
Ahora estoy feliz cual perdiz con mi secador nuevo, tanto ...que hasta esta chorrada he tenido que escribirla aquí para que quede para la posteridad o hasta que me borren el post por pardilla.
